El hotel de 4 estrellas se alza sobre un majestuoso castillo que comenzó a construirse en 1437 como residencia de los duques de Feria. Las habitaciones, que conservan artesonados, decoración y detalles del Ducado, son señoriales, elegantes y espaciosas. Destacan la piscina y los jardines.
Magnífico espacio, que sostiene e impulsa el mundo taurino de la zona y es un rincón perfecto para el sosiego, el reencuentro y el descanso. Hemos trasladado al presente un espacio con historia, con pasado y con futuro, para brindarles un lugar afable. Variedad de habitaciones, todas diferentes. Dispone de piscina.