Castillo del S. VIII, asentado en un meandro del río Júcar. Las habitaciones han sido restauradas, con
una decoración individual que retiene el estilo original. A 80 km de la estación de tren de Cuenca.
Destacan las habitaciones acogedoras, confortables y con magníficas vistas. Ocupa una privilegiada posición en la garganta de la Hoz del Huécar, a las afueras de Cuenca y muy cerca de las Casas colgadas.