Árboles, arbustos, jardines y plantas impregnan de verde este espacio, que se convierte, con su piscina, en un lugar muy apetecible dentro del paisaje manchego. Las estancias comunes y las habitaciones poseen muebles de madera, sillas de cuero y lámparas con apliques de forja, que contribuyen a un ambiente acogedor.
Se ubica en un emplazamiento histórico artístico de sumo interés. Las habitaciones conservan el estilo
de las celdas de monasterios. Bellas galerías, madera y celosías completan la ambientación interior.
Edificio del siglo XVII con dos ambientes distintos. Escoja el tipo de alojamiento que prefiera y disfrute de los detalles. Patio central arrullado por el gorgoteo de las fuentes. Habitaciones con saloncito.